terça-feira, 10 de março de 2009

Eduardo Coutinho y su JUEGO DE ESCENA




Artículo sobre el documental del lendário brasileno Eduardo Coutinho

Por RACHEL BARDAWIL


Eduardo Coutinho, uno de los más importantes documentalistas brasileños en actividad, estrenó a finales de 2007 un documental supremamente polémico. El nuevo documental de Coutinho es tan complejo y provoca un gran número de reflexiones que si quisiera aproximarme en profundidad a su contenido tendría que dedicarme a escribir un artículo igual de complejo. “Juego de Escena” es como la vida misma, parafraseando al escritor brasileño Nelson Rodrigues.

Son aproximadamente 100 minutos de película donde vemos mujeres de todo tipo, que deciden libremente contar sus historias al director, respondiendo a los anuncios publicados por el Director en la prensa o a los panfletos sueltos por las calles.

Sus particulares métodos de realización cinematográfica, y su capacidad para la comprensión de los temas en que el aborda, constituyen la base de sus aclamados documentales. En los últimos años, el particular estilo de realización de Coutinho ha sido reconocido y fue adquiriendo notoriedad. De alguna forma, podría parecer que Juego de Escena (que ha ganado varios premios en festivales internacionales) sea una manera de contradecir la mirada política que asumió el realizador en Peões. “No me interesan más los temas”, sentenció el hombre-documental del cinema brasileño intentando justificar el nuevo estilo explorado en Juego de Escena.

Después de un inicio de carrera dividido entre la ficción y el documental, Coutinho optó por este último género después de su fugaz paso por el programa Globo Repórter, de la Rede Globo (canal de TV brasileño), en la década de los 70’s. El documental Cabra Marcado para Morrer, rodado entre 1964 y 1984 con algunas interrupciones provocadas por el golpe militar en Brasil, salda las cuentas de Coutinho con la Historia y el pasado de Brasil, y se convirtió en un clásico del cine brasileño. Recientemente, tuvo un período muy productivo con la realización de cinco películas en seis anos: Santo Forte (1999), Babilônia 2000 (2000), Edifício Máster (2002), Peões (2004) e O Fim e o Princípio (2005).

La solidez del “método de Coutinho” y su sensibilidad para escuchar a las personas comunes son fruto de la laboriosa reflexión en torno al oficio del documentalista, reflejada en numerosos documentales rodados en vídeo y realizados en las décadas de 80 y 90, entre los cuales se destacan Santa Marta: Duas Semanas no Morro (1987) e Boca de Lixo (1992).

El cine documental contemporáneo de Brasil que se destaca en la actualidad busca abrir el debate en torno a dos vertientes principales: por una parte, la ficción enfrentada a la realidad y por otra parte, los problemas devenidos del subdesarrollo. Los proyectos que Eduardo Coutinho viene desarrollando últimamente sobrepasan estas dos vertientes. Esto se debe a que el director elude las discusiones éticas en sus documentales. Quizás sería más adecuado afirmar que él hace películas, a secas, ni documentales ni ficciones, ya que la etapa actual de Coutinho rompe todas las reglas de género preestablecidas, incluso aquellas que él mismo se impuso en su filmografía inicial: "Jamás montar de manera enganosa, no usar “voz en off”, jamás inventar ficciones para engañar al público, no ser Michael Moore!", eran algunas de sus auto-imposiciones. Coutinho solía ser crítico de la invención, de la imaginación en las películas, sin embargo, hoy en día Coutinho inventa, imagina y en sus creaciones lo que queda plasmado, eternizado, es ese momento preciso que es registrado con la cámara. En su último trabajo el director quiere aprovechar la situación que le brinda contratar actrices desconocidas para relatar historias reales e intentar así crear una veracidad en las historias de vida relatadas que muchas veces no se obtiene cuando estas mismas historias son contadas por sus reales protagonistas, una dinámica que Coutinho siempre quiso explorar. Esta es una dinámica que tiene proximidad con una noción del espíritu humano, en particular, el espíritu popular brasileño.

Una de las principales características del cine de Eduardo Coutinho es su particular mirada sobre Brasil, una mirada sencilla que refleja temas comunes de la cultura brasileña, alejada de las postales turísticas, pero que al mismo tiempo abarca temas universales que viven todos los países del tercer mundo, temas que perfectamente podrían ser tratados en reportajes de denuncia social a los que estamos habituados. La diferencia consiste en que Coutinho lo hace con más poesía, con más sensibilidad y más profundidad. Heredero del cinéma verité, el director retrata a Brasil y sus habitantes a través de personajes que, la mayoría de las veces, viven en espacios reducidos, que tienen estilos de vida extremos y difíciles, que sufren dificultades económicas, sentimentales y sociales, pero que al mismo tiempo transmiten emoción y un carácter atemporal. Así, Babilônia 2000, refleja la vida de los habitantes de una “favela”, Edificio Master indaga en la existencia humana de treinta y siete vecinos de un edificio de doce pisos ubicado en Copacabana, Río de Janeiro.

Pero en “Juego de Escena” todas las reglas cambian. Aquí, lo popular, la característica más común en Coutinho desde Cabra Marcado Para Morrer se transforma al alejarse de la concepción de clases sociales, muy marcada en sus películas anteriores.

“Juego de Escena” aborda la historia real de 23 mujeres, algunas de ellas son relatadas por sus propias protagonistas y otras por actrices desconocidas que las cuentan como si fueran sus propias historias. Luego de entrevistar a 83 mujeres de Río de Janeiro, el cineasta escogió 23 historias para ser contadas. Así, a través de la voz de sus protagonistas reales o de las actrices desconocidas y conocidas en el ámbito nacional, se abordan relatos sobre maternidad, niñez, divorcio, amor, sexo, arrepentimiento y sacrificio hacendo parte de esta narración lúcida y difusa a la vez, que logra distinguir la vida real de la ficción cinematográfica.

El interés de Coutinho por lo popular también se puede apreciar en las mujeres que más se destacan pues son precisamente aquellas que nunca aparecerían en la TV, o las más, por decirlo de alguna forma, humildes. Las conocidas actrices brasileñas Marília Pêra, Fernanda Torres y Andrea Beltrão son las interrogadas como actrices populares. Ellas sólo cuentan historias bajo el método Stanislavski, el modelo de actuación por excelencia en el mundo entero actualmente. Pero Coutinho lo sabe, Fernanda Torres también problematizo. No si pode captar el espíritu de otra persona a no ser entrando en la vida de esta persona. Andréa Beltrão habla de su empleada doméstica, y Fernanda Torres cuenta la historia de una tía (de ella, o de la chica que habla la historia) que contó una depresión con símbolos del candomblé (seita religiosa africana). La vida de ellas, de las que cuentan las historias verdaderas, es distinta de la vida de las actrices “globais” (que integran el banco de talentos de la TV Rede Globo que es considerada un lujo). Coutinho ya trabajó en la Rede Globo, y el imaginario de símbolos y mitos de esta red de TV es el brasileño, formador inclusive de lo que se conoce como el pueblo brasileño de hoy, formadores de opinión. Es el caso de las chicas negras, de la “favela”, que quieren ser “paquitas” de la “Xuxa”.


El filme:


Atendiendo a un anuncio del periódico, 83 mujeres, de 17 a 35 anos, contaran sus historias de vida en un estudio. En junio del 2006, 23 de ellas fueran seleccionadas y filmadas en el Teatro Glauber Rocha en Rio de Janeiro. En septiembre del mismo ano, algunas de las actrices de gran éxito en Brasil (Andréa Beltrão, Fernanda Torres, Marília Pêra) y otras casi que desconocidas entre el público brasileño interpretaron a su modo las historias contadas por las personajes escogidos. El décor es sencillo: un teatro vacío, un palco, una silla delante de la camera. El aparato mínimo, esencial de la técnica: la iluminación y el sonido.


El documental “Juego de Escena”, sencillo, directo y de una profundidad increíble de análisis y cuestionamientos, nos sorprende más y más mientras transcurre. Hay quien diga que es una ficción pero según Coutinho, la estructura de la película es de un documental. Hay un momento en que nosotros, los espectadores, no sabemos bien lo que es real y lo que es interpretación. Las historias van corriendo como el agua, en un vasto río de emociones: lloramos, sonreímos, nos indignamos y somos atrapados por la piedad o el horror.


Prémios:

- Fue el ganador de la Alhambra de Oro al Mejor Largometraje en el II Festival Internacional Cines del Sur de Granada 2008;
- Mejor Documental en el Festival de Cinema de Punta del Este.

JUEGO DE ESCENA / SCENE PLAY

Dirección/Director: Eduardo Coutinho
Guión/Screenplay: Eduardo Coutinho
Fotografía/Cinematography: Jacques Cheuiche
Música/Music: Nao Possui
Edición/Editor: Jordana Berg
Producción/Produced by: Raquel Freire Zangrandi & Bia Almeida
Intérpretes/Cast : Marília Pêra, Fernanda Torres, AndréaBeltrão, Mary Sheyla, Gisele Alves Moura, Débora Almeida, Sarita Houli Brumer, Lana Guelero, Jack Brown, Maria de Fátima Barbosa, Aleta Gomes Vieira, Marina D’Elia, Claudiléa Cerqueira de Lemos

Filmografia/Filmography

ABC del amor, El (1967)
Homem Que Comprou o Mundo, O (1968)
Faustão (1971)
Exu, Uma Tragédia Sertaneja (1979)
Cabra Marcado Para Morrer (1985)
Santa Marta - Duas Semanas no Morro (1987)
Fio da Memória, O (1991)
Boca de Lixo (1993)
Santo Forte (1999)
Babilônia 2000 (1999)
Edifício Master (2002)
Peões (2004)
Fim e o Princípio, O (2005)
Jogo de Cena (2007)